dolor...

Dolor

Esa noche era oscura, sin ninguna luz, solo mis pasos se escuchaban, solo en ti mi mente pensaba, sin poder verte en ningún momento, sin poder decirte lo que llevaba adentro, simplemente estaba siendo victima de mis propios demonios, de mis propias presiones, de las propias ilusiones que quizás me había hecho contigo, no se porque me las hice, pero ya no me lo puedo preguntar, creo que es tarde para hacerlo, mil anos tarde, mil anos intentando dejar ese luto atrás, sin poder dejar lo profano, me dejaste las marcas en mi piel, tus desilusiones fueron la aguja usada que me tatuaron, esa pequeña aguja rompió lo que tenia que romper para dejar sus marcas, esas marcas que aún arden cuando me acuerdo de ti, de esa DE LA CUAL me enamore, sin mirar a los lados.

Me dejaste secuelas que dudo que ahora puedan ser borradas, ahora mi vida no es como antes ( cálida), ahora es un un frio que puede romper vidrios, un frio que congela hasta la ultima parte de mi corazón, un frio que llena todo de oscuridad, un frio que acaba con la humedad, simplemente me deja solido, congelado y oscuro, ya que rompe mi piel, poco a poco, sin compasión, no se si lo hace por venganza pero duele, todo se me vuelve oscuro color azabache, es como si pasara caminando un martes a las 2 de la mañana por al frente del cementerio la inmaculada, no puedo decir que me dan escalofríos, por que ya me he congelado, pero hay una oscuridad en ese lugar, que se parece a la que tu dejaste en mi vida cuando te fuiste, he quedado solitario y pálido, sin poder decir “te amo”, sin poder decir “te quiero”, quizás me quede aquí solo unos meses congelado por que al fin te vi, fue como un huracán pero te vi pasar, intente detener ese momento pero no lo pude hacer debido a las bajas temperaturas que dejaste en mi vida, simplemente veo que eres mi tormenta, de vez en cuando pasas, pero te vas muy pronto, un amor oscuro y amorfo, pero yo seguiré divagando en esta dicotomía irreal la cual me tiene acá…