Tu misterio camina más allá de sus fronteras,
Un trotamundos que la vida lleva de la mano
Con la risa y su cartera.
Más que mil suspiros esta vez
Respiro de nuevo tu aire,
Escucho de nuevo tu risa
Al ver el pequeño insecto que se estrella en el parabrisas,
-La luz incandescente-
Amo el frio intenso de las mañanas merideñas
Que consuelan tus cobijas bajo sueños Magistrales
De ásperas visitas solas y joviales.
La espera se hace larga cuando estas cerca,
Tu voz se escucha cerca cuando estas lejos,
La vÃa añade su peso,
Mis palabras ya no fluyen como antes
Cuando leÃas mis textos al reverso;
La sonrisa irónica de aquella mujer
Que con su cigarrillo silbaba el humo
De su interior
Y encendÃa la chimenea con un solo
Leño que se convertÃa en carbón
Desaparece bajo los peces de una fuente
Fidedigna de vida y razón,
No espero tus respuestas y menos
Danzas sobreexpuestas,
Espero la belleza imaginaria de tu prosa
Corregida en un sartén.
El jengibre causa efecto en mi garganta
Al declamar mi amor afÃn
Hacia la luz de la cascada que se encuentra
En la pradera;
Trébol de cuatro hojas,
Misterio cálido inexplicable
Que consume hasta mis huesos
El furor de llamas vivas
Que danzan montaña arriba.
La luz ilumina la esencia,
De nuevo declamo su nombre,
Esta vez con más fuerza
Esta vez con más certeza,
La danza del fuego empieza
Mientras llamas arrebatan sueños y belleza…