Despertar…
Salteando a fuego lento el pensamiento, condimentando el bonito sentimiento.
Mientras… los pasos van y vienen en conjunto para decir un adiós no esperado; Y hoy, sé que mañana puede que no exista. En tu vida
Así los aviones pasaran al ras del suelo y yo les tiraré flechas acompañadas de metas, mientras pienso y recojo en un costal lo mejor de una imagen imperfecta.
Eres…
…Allí quedan sus palabras, bloqueadas, sin el asterisco ni el menú, sesgadas y casi rotas en el cielo lleno de café y galletas.
Completas, casi completas.
Con la punta de hierro en sus botas, caliente por el sol de la hora pico.
El problema en si, esta en las líneas medio torcidas que acompañan el paisaje de aquí al peaje;
Estas aquí.
Con la manos cuarteadas, en tu brazo esta una tortuga tatuada, con el sol en tu espalda y la pared frisada con solo la experiencia.
En serio.
El andamio no es gris.
Él es, como una línea de pensamiento que toma vida; Sin muchas cuestiones en la cabeza, con muchos recuerdos, saltos y proezas; También puede que a veces recuerde tristezas, situaciones difíciles y adversas.
En equis. Ármalo en equis.
Noventa y tres años no son nada; Su silencio vale mucho, Sus palabras valen poco.
Recuerda, es la realidad. La triste, la que todos creen, pero no es real.
El todo al final será algo, por lo menos un inicio; Desde cero.
La flor se marchita.
Y tus ojos siguen siendo los mismos, pero tienen algo más.
Solo son dos líneas.
Solo dos.
Una semilla.
Tú sabes de química, de la vida, de las sonrisas, del relax y el chocolate, de los respiros y las expresiones… De un universo que yo aún no conozco.
Mil veces respirar ante una hoja en blanco.
(Tensión)
Recuerda que…
“Improvisaré en solo dos instantes y no pensaré en el siguiente;
Porque sí pienso, pierdo.”
Para recordar la cicatriz en tu barbilla.
Y (…)
Los dos lunares paralelos en el lado izquierdo de tú frente, que te hacen más que única.
Quiero llegar allí; Y simplemente estar.
Tomaré tu mano y no la olvidaré.
y al querer cerrar mis ojos, sé que lloraré.
Mis pies desean tocar el suelo;
para así de nuevo olvidar las nubes y
comenzar gateando con mis rodillas en el suelo.
Luego caminaré.
Llegaré.
De una u otra manera, lo haré.
A los mejores años, y recordar solamente los momentos.
Te veías bonita hoy, peinándote, sonriendo, viviendo.