“As mumias conversam entre
si em Gramática pura.”
Luis Fernando Verissimo.
Nací, en el camino del camino y en los ideales de
los ideales, me perdí en un verso sin rima y en lágrimas falsas color carmín,
mi sonrisa era blanca y no por Colgate, corría atrás de los perros con nombre
de perros, y al final mis rodillas me hicieron el hoy de las marcas en mi ayer.
El Tiempo sin escribir
no es más que una laguna de Mucubaji sin los acentos, en los Médanos de Coro,
evaporándose, ya ni tan fría y deseando ser arte, ante los ojos del creador.
A veces el cielo es gris y las nubes son
azules, un elefante del color de una tonina nada en cada espacio entre el viento y
la franja de Gaza. El busca el deseo de ser, en el aire entre las estaciones.
Es hermoso, de ojos negros y brillantes, piel de tonos rosa y orejas gigantes
que no le sirven para volar. Pues, no es
Dumbo.
El sí que sabe esquivar misiles miles de misiles miles misileando en un misilear. Tu
vientre dice la verdad, y la libertad es el espacio entre la estación La moneda
y la Plaza Bolivar pues las sextas en mi guitarra están sedientas de dedos que
las toquen sin arena, con fuentes de alegría y colores pasteles como los de mis
sueños contigo. No existe ella, y existir me suena a Sofía en la filosofía.
Lo lamento.
Las cartas surgen al azar, mientras sostenidos y
naturales en un piano hacen magia ante un público atento a las manos del cantor
y cuidador de las pulgas que tocan.
Dios.
Lo que era,
nunca fue; lo que es, siempre será.
Media puerta se quedo entreabierta y los leones
comenzaron a resbalarse hacia los carriles, no sé si murieron, no sé si vivieron,
solo sé que dicen que a veces se escuchan rugidos al ir llegando a la estación
central.
No estoy ni ahí, si es una dictadura. Tristemente el
show re-comenzó.
-Hace ya un tiempo llego un circo al pueblo en la
ciudad, el arca era el metro y las carpas eran los túneles, la sociedad entera
quería estar allí, buscaban atentamente la atracción, la libertad tras las
jaulas y las sonrisas detrás del maquillaje; Se que no entiendes el camino,
pues, yo tampoco, habían botellas de
merlot en cada escalera, la harina pan costaba más que un barril de petróleo y
la gasolina era gratis. – El hoy era.
La libertad,
un paradigma.
Aquí estas, mi flor.
Le grite al cielo y llovió.
Solo era un sueño, ¡Solo era un sueño!!
El paraguas es
roto y el elefante rosado baila sobre una pelota de playa,
el metro esta aquí, en la última estación.
Aprieto el botón de On.
Y allá arriba, viene un
pelotón
No podrán con los
leones
No podrán contra el
garzón
En la playa me como un
tostón
Me limpio la arena en
las manos y toco las sextas en un avión
Escalo cirros y vuelo en jazz fusión
Te sueño y así termina
la oración.
Helado de piña y jengibre, necesito una canción; Otra vez, Necesito una canción.
No tiene un sentido; Común.