[Image]Diario De Un Suicida...
DIARIO DE UN SUICIDA.
YacĂan mis dos pies sobre el cemento de esa acera desgastada y sucia, llena de chicle pegado y marcas de zapatos, cada grieta era una historia, como mi vida, cada lĂnea que pasaba era una etapa por la cual yo habĂa pasado, en la cual yo habĂa sufrido en ese frio pasado; tal cual estaba mi presente… se pasaban los carros a mi lado, ahĂ en el viaducto Miranda, al fondo se veĂa ese tĂpico y extraño panorama merideño, un dĂa nublado, con la neblina casi por el piso, por allá al fondo se podĂa lograr observar ¨EL MERCADO PRINCIPAL¨. Y allĂ Iba yo tocando ese barandal, el cual estaba sostenido por un concreto fuerte y rayado el cual parecĂa un laberinto de confusiĂłn polĂtica;
__si, laberinto de confusiĂłn polĂtica: (si, no, si, no).
Ya habĂa llegado a la mitad de este recorrido, que casualidad las lĂneas de esta acera daban exactamente el numero de mi edad… 27 tristes años, llenos de desilusiĂłn, amargura y dolor, un gran abogado dirĂan muchos, una persona a la cual le sobraba la plata, ese tipo tiene una mansiĂłn dirĂan otros… see pero de que vale. En mi cuerpo se escuchaban los latidos de mi corazĂłn, tan fuertes como cuando suenan los golpes de un tambor, ¨yo estaba cansado de la vida, no podĂa mas con mis problemas, todo para mi era un desastre¨ en plena mitad de ese viaducto, montado en ese barandal, caĂan mis lagrimas en forma de dolor, pero al mismo tiempo era un miedo y una inseguridad la cual no comprendĂa y me sentĂa como si algo me estuviese obligando a hacerlo, si, ha hacerlo (a suicidarme, a acabar con la putrefacta y aparentemente buena vida que llevaba) en eso paso un carro que iba como a 70 kph, especĂficamente un focus color azul oscuro con placas de acá de MĂ©rida y uno de los que iba en este pego un grito que me hizo temer a lo que iba ha hacer;
__Muchacho que vas ha hacer? __Deja la loquera!
Luego de eso en menos de diez segundos no lo pensĂ© dos veces, deje caer mi cuerpo en un Angulo de 180° grados, siguiĂ©ndole asĂ un choque impactante de viento sobre mi cuerpo, mis lagrimas eran llevadas por ese viento frio, escuche que algo que se burlo de mi y justo en ese momento pensĂ©
__cometĂ una locura! que hice!
No se si fueron 2 o 3 segundos pero fueron los peores de mi vida, ya cuando me habĂa dado cuenta, habĂa caĂdo 40 mts, habĂa quedado como si lanzaras un huevo de un decimo piso, con todo partido, y desangrado quedando instantáneamente muerto a un lado de la cuenca del Rio Albarregas. cometĂ un error y muy grave, acabe con mi vida, solo por no querer enfrentar problemas, que asĂ fueran fáciles o difĂciles los debĂ enfrentar, para muchos quede como un cobarde, para otros como un loco, para otros como un dolor indescriptible, y para mi como la persona que se dejo llevar por instintos, instintos los cuales no fueron ni son buenos, simplemente decidĂ acabar con la vida que tenia, fuera buena o mala, era una vida, no cometas mi mismo error, me la quise dar de hielo (FRIO) Y por bolsa me derretĂ, me volvĂ un asesino a ultima instancia, no pensĂ©, no recapacite, y menos aprecie la vida que alguien allá arriba me habĂa dado. Aprecia esa vida, enfrenta tus errores, aprende de tus temores y resuelve tus Enigmas y problemas. Y recuerda que la vida no es dura, duro seria no tenerla, aunque estĂ©s en la Punta del barranco siempre habrá alguien para que te abra los ojos y ese alguien yo no lo escuche. ¿Y mi alma?…
OTONIEL MENDOZA JIMÉNEZ
Buscador de respuestas, humano errante, simple servidor, pensador gastronĂłmico, hijo, hermano, esposo; Ser viviente que respira solo por gracia, sin merecerlo.
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