De ratones y Elefantes

Entre cuadrículas rosadas y desgastadas en el suelo, entre aplausos y lágrimas.

En un armónico, entre la tinta azul y el yodo; El dolor fantasma; Y sentir.

Que vuelas, aún en tu silla con ruedas, sin decir un “No Puedo” Punto.

Me parece haber soñado con la realidad, La sentí; En mi alma.

Cliquear el botón derecho.

Y lo lograras solo con una zapatilla.

Solo una.

Bloquear mis palabras.

Suprimir los pensamientos.

Hoy me acostare antes de las 4 am pensando en esto.

Antes. Después de que te duermas.

La alarma sonará a las 5:40 am.

Y se que quizá mañana viviré.

Tú caminas entre hilos milimétricos que llegan al infinito; completas el párrafo lleno de mantequilla que te dejo sobre la mesa.

En la mañana.

Elefantes gigantes

Mis palabras son hoy más pequeñas que antes (…)

Vaganova.

Allí te veré.

Tus metas no le temen a los ratones.

Somos casi humanos.

Ayer cociné un arroz con leche y me quedo duro.

Y se que mañana me lo comeré duro;

Tal como lo dejé hoy.

Con Canela.

Sientes la brisa de una manera distinta desde aquel día, camuflajeas tus lagrimas con dulces sonrisas al cielo, kilómetros y personas son personas y kilómetros.

En ti y tu mirada.

Admitir y omitir.

Diferencias del hoy. Del ayer.

Vives.

Tensión.

Plié

Las personas se sorprenden en la sala mientras espontáneamente danzas sonriendo; Y las linternas parecen luciérnagas en tu mano. Tu única mano.

El toma sus lentes y los posiciona en el lugar perfecto para omitir7] su miopía al ver semejante actuación.

Saca su libreta.

La llena de lágrimas;

Y llora.

Son mentales.

***

Son mentales

Entre cuadriculas rosadas y desgastadas en el suelo, entre aplausos y lagrimas.

En un armónico, entre la tinta azul y el yodo; El dolor fantasma.

Todas danzaran pero solo tu comprenderás el propósito.

Es de mañana, muy de mañana.

Aún duermes.

Eso es bueno.

Hoy el sol aparecerá sobre tu rostro y nuevamente sonreirás más dulcemente hacia el cielo.

Conoces algo diferente.

Casi indescriptible con palabras.

Casi.

Me sentaré en mi cuarto, me quitaré los zapatos buscando así pensar;

Miraré mis pies.

Miraré mis manos.

Entré a tu cuarto, Sigues dormida.

Estas Viva.

Share this:

OTONIEL MENDOZA JIMÉNEZ

Buscador de respuestas, humano errante, simple servidor, pensador gastronómico, hijo, hermano, esposo; Ser viviente que respira solo por gracia, sin merecerlo.

4 Comentarios:

Pluma Roja dijo...

Menos mal que aún está viva. Una bella compañía.

Saludos cordiales,

mariarosa dijo...

Duele tu poema. Hay en el, un mensaje de compasión y ternura.

Un saludo.

mariarosa

Sophia dijo...

Gracias por leer mi blog.
Que estes muy bien

Anónimo dijo...

Bello Mi Querido Oto...
Simplemente Bello.

Un Besote.