Ocaso


El terciopelo sónico de la luz explicita
Hace efecto al trastornar los minutos del reloj imaginario,
El contenido, la paz,
De nuevo la paz comienza un recorrido íntimo entre el papel y el lápiz,
Truenos se escuchan, se unen a los relámpagos centelleantes
Sobresaliendo mediante brisa y brillantes diamantes;
Ramas son llevadas por ventiscas de pleamar,
La velada toma su rumbo bajo un anillar
Grande como aquel antiguo lugar donde solíamos disertar
Esperando el ocaso, reencontrando el alba.
El turpial emprende su búsqueda hacia ningún lugar,
Sobrevolando el cielo,
Reconociendo una vez más la sonrisa
Tan bonita de una dama en su aletear,
Una vez más libremente se cruzan alas
Sin hablar. Intervalos de segundos,
Ritmos,
Ritmos radiantes,
Decorados hoy con la luz más serena,
Con el cielo sin estrellas y la melodía aderezada
Con vapor dulce del saber,
Ideas fundidas bajo la melancolía,
Hoy, triunfa la eufonía,
Sentido armónico aterciopelado
Predominado de melodías sincopadas Sin un fin
Sin un principio más que perseverancia rítmica;
Voluntad escucho esta noche,
Libertad se siente en el aire…

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OTONIEL MENDOZA JIMÉNEZ

Buscador de respuestas, humano errante, simple servidor, pensador gastronómico, hijo, hermano, esposo; Ser viviente que respira solo por gracia, sin merecerlo.

2 Comentarios:

Hermes dijo...

me gusta mucho el apoyo visual de tu blog, saludos.

SERHUMANA dijo...

Que lindo!!!!!!!
Cambios constantes, con el alma de eterna compañia.
BESOS GRANDES!!!!!!!!!!