Compás.

Cerrar los ojos e imaginarte,
Buscarte allá, a lo lejos;
En donde no existen las palabras Ni mi mente.
Solo tú.

Renazco entre el jardín lleno de hormigas y las flores amarillas que huelen a teflón quemado, la caja suena, no suena como en los sueños de ella. Esta vez, tiene un eco que llena un buen vacio de la atmosfera.

Retrocedes

Retrocedes una vez mas, entre la arena que se apodera de los trece deseos que se volvieron trece notas musicales.

Inexplicablemente tus manos siguen siendo suaves.

De piel.

[Llenas de vida.

Delgadas y hermosas para mí.

Y no recuerdo el porque de mi respirar entre las flores, mientras tomo el peculiar olor que se torna un tanto fastidioso a mi nariz una vez que tengo mas de tres horas observando el sol para llenarme de fuego y perderme solo; así arrebatándole el deseo a todos de huir de la realidad.

De la falsa/realidad

De nuevo.

Sonríes mientras haces que tus silencios se vuelvan palabras para mí, Un eco.

Milagrosamente el nació, es un regalo, me dices.

Mis lagrimas fragmentadas salen a flote, mientras te veo feliz y lo veo a el feliz de estar aquí.

En el fin del mundo. En la apariencia textual de un cuento de terror mal narrado, pero con un minuto de felicidad completo para nosotros.

Nosotros.

Los pájaros saben volar, y los que no vuelan aprenden a sobrevivir sin las alas.

Recuerda esto.

***

[…Y cerrar los ojos e imaginarte,
Buscarte allá, a lo lejos;
En donde no existen las palabras
Ni mi mente.
Solo tú.]

***

Y sentir que la realidad se aleja poco a poco de nosotros juntos, al igual que la lluvia de nosotros.

Y Encontrar respuestas donde no las hay,

Ver algo celestial y magnifico para luego pensarte.

Recordar la humanidad como fue y como es ahora; Quizá mañana no sea igual.

Quizá, no lo sea.