El humo del cafĂ© nublaba tu mente y con la neblina solo llegabas a ver 30 centĂmetros al frente, solo 30. Las palabras volaban por tu mente, opacas, solitarias, depresivas.
Una oportunidad, solo una. Mientras mirabas a tu alrededor, sentada en una laguna Llena de ideas en sepia, mientras el flash deslumbraba tus ojos y tus tesoros no existĂan, pero tu universo era grande, tan grande como la palma de un niño reciĂ©n nacido;
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[Agonizando
La oscuridad es frĂa, el cielo es azul, blanco, gris, anaranjado y amarillo. Del color que quieras, como supongas o como creas que es el mundo.
Y las violas en el fondo se conjugaban con un loop de guitarra acĂşstica, todo comenzaba en acorde y no era en Mi menor, tampoco en Sol y menos en Do.
[Un acorde inexistente, solo imagĂnalo, sin nada que se le parezca *
…Ponle el color que quieras
Si quieres que sea tenue, déjalo tenue.
Si lo prefieres opaco hazlo opaco.
Y si te decidieras por acido deja que el limĂłn fluya con toda su fuerza.
No es trip hop, dudo que se mantenga en algĂşn gĂ©nero en especĂfico, solo busca disfrutarlo, entra allĂ y juega con ese mundo.
Pero aprende a jugar.
No te fumes la neblina porque te hace daño.
Y si los silbidos te aturdieran, solo apágalos.
Apágalos aunque las espinas de las rosas lastimen tu piel delicada,
No llores
No llenes tu mente de ideas enigmáticas y enfrascadas al vacio.
No lo hagas.
Solo respira, no es aire puro, pero vale la pena aĂşn respirarlo.
Vuela e intenta no caerte
Vuela y alza tus alas, y si algĂşn dĂa te enamoraras del sol, no lo mires más de dos minutos.
Tus lágrimas se podrĂan acabar.
Solo aprende a soñar, pero no te hagas ilusiones.
Y por ultimo, Si quieres creer en algo, cree y hazlo con convicciĂłn…
***
El dĂa era dĂa, y la noche era noche.
Las letras se resguardaban bajo un paraguas reforzado.
AhĂ reencontraste las Ăşltimas palabras que te habĂa dado aquel hombre, aquel que agonizaba, entre la sangre, el dolor y las lágrimas por tener que dejar a su hija a la deriva despuĂ©s de haber sufrido un trágico accidente con una sola muerte.
Y las lágrimas caĂan entre la lluvia salada, entre la neblina densa y tus manos;
Solo entre tus recuerdos.
Sin percepciĂłn
Sin actuaciĂłn
Sin premeditaciĂłn
Sin el.
Solo con El.
OTONIEL MENDOZA JIMÉNEZ
Buscador de respuestas, humano errante, simple servidor, pensador gastronĂłmico, hijo, hermano, esposo; Ser viviente que respira solo por gracia, sin merecerlo.
3 Comentarios:
Vine a conocerte, darte las gracias por tu visita y leerte. Sinceramente quedo sorprendida que a tan corta edad escribas como lo haces. Te felicito sinceramente. Además te sigo. Si me permites desde ahora. y te invito para que hagas lo mismo en plumarojablogspotcom.blogspot.com.
Saludos cordiales, Hasta pronto.
Panita un fuerte abrazo, como has crecido en la escritura la verdad llegas con tus letras, sigue asĂ el cielo es el lĂmite.
Un abrazo guaro para ti.
Jorge L.
Paso a echar un ratito de lectura en tu espacio, y como siempre me voy encantado. No podĂa ser de otra manera.
Saludos y un abrazo enorme.
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