Pte I.Capt I. Ecos...

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10:34pm]

Su respirar fluía entre pequeñas partículas de oscuridad en aquel viaje, −Quizás pensaba en alguien, quizás no pensaba en nadie− Era la séptima persona que se sentaba en esa misma butaca de ese mismo autobús, por alguna razón todos los que allí se sentaban más tarde se quedaban a lo largo de aquel camino que llevaba la región oriental del país, específicamente a Ciudad Bolívar, esa tierra de grandes bellezas y orgullos venezolanos; miraba sin pestañear por el ventanal empañado por su respirar, haciendo del sueño una utopía y del trasnocho una realidad, contemplando las vías llenas de ojos amarillos que la miraban sin querer, rebotando contra el recuerdo de su mano solitaria y friolenta en la tercera fila, del lado de la ventana. Un puesto vacio, una cara pálida, cuya mirada fijamente era ubicada hacia el profundo suelo que se alejaba tras una historia mal diagramada en tres hojas de papel mache lleno de pega blanca, un suspiro la llevo un pestañear, un pestañear la llevo a bostezar, luego de cinco minutos sus ojos habían caído y su frente estaba reposando sobre el cristal de aquella ventana y devolviéndose en ecos de horas minutos y segundos para reintentar hacer el resumen diario, desde el locutor matutino que la despertó el día martes 26 de junio del 2008.

[9:00am]

Una mañana normal para una mujer como Sara, que toda su vida había estudiado y trabajado para seguir un rumbo tranquilo y sin preocupaciones de deudas y peligros, luego de haberse dado su rutinario aseo de mañana, se arreglo “Rápidamente” para salir a desayunar en el restaurant que quedaba a una cuadra de su trabajo; Como siempre, sin pensarlo dos veces pidió al mesonero un Jugo de fresas, y los Sándwiches light que tanto le gustaban y que tanto la ayudaban a mantenerse en plena forma, Comió en su tiempo promedio, llevaba tiempo de sobra para llegar a su trabajo, reviso su agenda, Debía hacer la entrega del presupuesto mensual de la clínica en donde trabajaba y luego de esto debía cumplir con una cita rutinaria de su médico para su chequeo trimestral y varios exámenes rutinarios que toda mujer debe hacerse.

Chequeo su tiempo, dejo el dinero de la cuenta y se fue caminando con gran vigor y gran sonrisa hacia su trabajo, al llegar a este directamente se sentó a hacer el análisis de aquel informe, lo termino rápidamente y lo entrego en la pautada reunión de aquel día, se despidió y fue a su cita con el médico.

[3:00 pm]

Llego a tiempo, en el fondo del consultorio del la Doctora Gómez se escucho un eco de la secretaria llamando a la paciente por su nombre, ella se levanto y entro saludando con mucho aprecio a su amiga y doctora, le hizo la pregunta más rutinaria en la relación de estas dos

−¿Que tal estoy?−

La doctora automáticamente minimizo su sonrisa afable, y luego lo disimulo, Sara se dio cuenta de aquel cambio en sus facciones, la doctora hizo menos de tres segundos de silencio, luego comenzó a explicarle los resultados de unos exámenes rutinarios que le había hecho a ella unas semanas atrás, se sentó a su lado y le comenzó a decir que tras observar una muestra de su sangre descubrieron una anomalía en la misma que estaba afectando su sistema cardiovascular, le recalco que esta anomalía era controlable siempre y cuando ella siguiera una serie de tratamientos, las lagrimas instantáneamente comenzaron a caer sobre su rostro maquillado, un miedo interior comenzó a atormentarla, un miedo a lo que pudiese suceder en un futuro, en un futuro que ella quería que fuera hermoso y lleno de felicidad.

La doctora la abrazo, Sara se levanto de aquella silla y salió mirando fijamente hacia el suelo que se alejaba tras aquella historia mal diagramada en tres hojas de papel mache lleno de pega blanca, sus lagrimas recorrieron las arrugas de las hojas y empaparon tal universo, su dolor impregno su alma, su alma quiso huir y correr para olvidar aquella pesadilla……

[11:45 pm]

Los latidos de un corazón se vuelven eco tras cornetas de una gandola anchi larga apurada en la vía, sus ojos despiertan y su mente da vueltas como un disco duro pegado, respira profundo, observa confundida hacia los lados, su mano aun esta fría y solitaria en la butaca de ese “Expreso Bonanza”, su pecho aun es la prisión de su miedo, su miedo ahora es el boleto de salida, su salida es ahora el comienzo de un viaje inexplicable.

...

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OTONIEL MENDOZA JIMÉNEZ

Buscador de respuestas, humano errante, simple servidor, pensador gastronómico, hijo, hermano, esposo; Ser viviente que respira solo por gracia, sin merecerlo.

5 Comentarios:

Anónimo dijo...

verga..

Amapola... dijo...

Si... El miedo suele cambiarnos la perspectiva... Me ha encantado... Espero con ansias la próxima parte...
Beshos!

Jorge Luis Jaimes dijo...

panita... está fino tu blog, excelente cambio. Me encanto como quedo y mira cuando vuelvas me avisas a ver si nos tiramos una rumbita.
saludos panita.

Taller Literario Kapasulino dijo...

Me gusto mucho, es muy interesante tu relato.
Esperare los siguientes capitulos con ansias

Apocalipsis dijo...

vrga rata fino encerio estara bueno de pana esperar el resto^^
hablamos pues se cuida